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Ferrocarrils de la Generalitat forma parte de esta entidad que agrupa a las principales empresas operadoras españolas
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Los principales operadores ferroviarios sufren entre cuatro y cinco pintadas diarias por parte de grupos organizados
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El impacto económico total del vandalismo ha supuesto a las empresas ferroviarias el gasto de más de 62 millones de euros entre los años 2015 y 2016
Los operadores ferroviarios agrupados en el Observatorio del Civismo del Transporte Ferroviario, del que forma parte Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), señala el vandalismo grafitero como el principal problema en el ámbito de la seguridad con crecientes implicaciones sociales, medioambientales, laborales y económicas, por lo que reclama una actuación normativa, judicial, policial, educativa y de comunicación de acuerdo con la gravedad de este problema.
La red ferroviaria sufre cada día una media de entre cuatro y cinco acciones vandálicas de este tipo con consecuencias perjudiciales para los usuarios, los trabajadores de estaciones y seguridad y para el conjunto de la sociedad, en tanto que supone un coste económico elevado. El impacto económico total del vandalismo, incluidos los grafitis, ha supuesto un gasto de 62,7 millones de euros a las empresas ferroviarias entre el 2015 y el 2016, equivalentes al salario mínimo interprofesional de más de 8.666 personas al año.
A este coste, se deben sumar el impacto medioambiental de los espráis utilizados en las acciones vandálicas y los productos agresivos para repararlas, los costes sociales para los usuarios, el riesgo de atropello, electrocución y caída de los propios vándalos en las incursiones clandestinas y los costes judiciales. En estos dos años se han realizado 1.321 juicios por vandalismo y abierto casi dos expedientes diarios por faltas administrativas, y por agresiones se han llevado a cabo hasta 1.068 juicios y abierto 1,5 expedientes por día.
Fenómeno al alza
Según datos aportados por todos los operadores que integran el Observatorio del Civismo, entre el 2015 y el 2016 se han producido 3.413 intrusiones vandálicas en las principales redes ferroviarias con un total de 8.644 coches grafiados. La superficie pintada en trenes durante el mismo periodo llega a los 256.482 metros cuadrados, extensión que equivale a 43 campos de futbol o, en vertical, a los edificios de los dos lados del Paseo de Gracia de Barcelona.
Además, han aumentado también otros comportamientos incívicos, con los daños a las infraestructuras: hasta 2.801 acciones en dos años, una media de 3,48 diarios. El 80,6% se produjo contra elementos pasivos (puertas, paredes, mobiliario, etc.) y el 19,4%, 543 acciones, contra elementos activos (circuitos de vídeo, sensores, detectores, cableados, etc.)
El Observatorio del Civismo del Transporte Ferroviario
El Observatorio del Civismo del Transporte Ferroviario, constituido el 27 de septiembre de 2012, nació a raíz de la Jornada sobre Conductas Incívicas en el Transporte Ferroviario organizada por FGC en el año 2011. Agrupa a los principales operadores del transporte ferroviario del Estado: Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Renfe Operadora, TRAM, Metro Bilbao, Ferrocarrils de la Generalitat de Valencia (FGV), Metro Madrid, Metro Sevilla, Metro Málaga, Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), Euskotren (Tren, Tranvía de Bilbao y Tranvía de Gasteiz), Tranvía de Zaragoza, Metropolitano de Tenerife y Metros ligeros de Madrid.
Estos operadores se unieron para responder delante de las actitudes antisociales, objetivar los problemas, centralizar datos, compartir experiencias y convertirse en un laboratorio que ayude a encontrar soluciones homogéneas y eficientes a los problemas del incivismo en los servicios públicos de transporte ferroviario.
El conjunto de operadores que forman parte del Observatorio transportan cada día más de 5 millones de viajeros.