- FGV ha colocado 56 dispositivos en la red de València y 8 en la de Alicante
- Se han montado en dependencias con una media diaria de 2.000 o más viajeros, además de en talleres, oficinas y aulas de formación
La Generalitat ha concluido la instalación de 64 equipos de desfibriladores semiautomáticos en las instalaciones de Metrovalencia (56) y TRAM d’ Alacant (8) por un importe de 119.765,60 euros, IVA incluido, que se destinarán al arrendamiento, instalación y mantenimiento de estos dispositivos durante tres años.
Además de en las principales estaciones, estos desfibriladores semiautomáticos se han instalado en dependencias propias de FGV, como los talleres de València, Machado, Tarongers en València y El Campello en Alicante, así como en aulas de formación y oficinas.
Para aprender la técnica y buen uso de los dispositivos, la empresa pública ha realizado cursos de formación para el personal de FGV y vigilantes de seguridad, en el que han participado 216 personas (136 en València y 80 en Alicante).
FGV se adapta, de esta forma, al decreto 159/2017 del Consell, que regula la instalación y uso de los desfibriladores fuera del ámbito sanitario en la Comunitat Valenciana. La legislación establece como obligatoria la existencia de estos dispositivos en las estaciones de metro y tranvía con una afluencia media diaria igual o superior a las 2.000 personas.
Estaciones con dispositivo
De este modo, 47 estaciones de Metrovalencia contarán con estos equipos. Las de Xàtiva, Colón y Ángel Guimerà, al ser las de mayor afluencia de usuarios, dispondrán de dos desfibriladores, al igual que los talleres Machado y Tarongers. Por su parte, el taller de València Sud y las aulas de formación de la antigua estación de Palmaret tendrán un aparato.
En el TRAM d’Alacant las estaciones de Luceros, Mercado, Marq-Castillo, El Campello y Benidorm también contarán con uno de estos dispositivos. Además, los talleres de El Campello dispondrá de dos desfibriladores y las oficinas de La Marina, uno.
La empresa adjudicataria asume las tareas de mantenimiento de los equipos desfibriladores, reponerlos en menos de 48 horas en caso de avería o acto vandálico e impartir cursos de formación a sus empleados para su manejo, así como señalizar las instalaciones como espacios cardioprotegidos.
En cuanto a la ubicación de los dispositivos, se han instalado dentro de cabinas estancas metálicas dotadas de sistemas de alarma. En el caso de las estaciones subterráneas, se han colocado en zonas visibles, a una altura de 1,50 metros y son accesibles.
FGV ha optado por instalar desfibriladores semiautomáticos, recomendados por la Sociedad Estatal de Reanimación Cardiopulmonar, ya que cuentan con una locución pregrabada que le indica al reanimador que se retire antes de proceder a la descarga.