“El tranvía está muy asentado. No se podría quitar, la ciudad no sería la misma”
Con motivo de los 25 años del tranvía Noticies FGV ha querido conocer las impresiones de algunos de los trabajadores de FGV que estuvieron presentes, desde diferentes ámbitos, en la puesta en marcha del nuevo tramo tranviario.
Andrés Herrera y Emilio Ramírez forman parte de la plantilla de conductores del tranvía desde meses antes de su puesta en marcha, cuando iniciaron su periodo de formación. Recuerdan el inicio como “muy difícil, partíamos de cero, todos éramos novatos, la empresa no tenía experiencia en este tipo de explotación”.
Emilio Ramírez recuerda que “para la gente el tranvía era un elemento extraño que circulaba por una plataforma renovada pero en la que desde hace años ya no circulaban trenes”.
“Durante el periodo de pruebas –continúa- el propio personal de FGV tenía que retirar los coches de la plataforma para poder avanzar. Después, ya una vez abierta la línea, el inicio fue muy duro por los accidentes de personas ajenas a la explotación, que se repetían de manera demasiado habitual. La gente no estaba acostumbrada a circular con un tranvía y ha costado años que la situación se haya normalizado”.
Para Andrés Herrera “el inicio fue bonito pero complicado. Conducir el tranvía era muy estresante y aún lo sigue siendo, tienes que tener mil ojos para poder anticiparte a la reacción de la gente. Hoy en día con los móviles la gente no presta atención a nada”.
José Ferri, en aquellos años al frente del Taller de Naranjos y luego responsable de la línea, destaca la implicación de todos aquellos trabajadores de FGV que apostaron por el tranvía, juntos con aquellos que se fueron incorporando, para hacer frente a un reto que no tuvo un comienzo fácil.
Ana Ibáñez, en aquel entonces en Transportes y actual jefa de las Líneas Tranvía, señala que “gracias al esfuerzo de todos los que han participado en la gestión del tranvía en estos 25 años, el servicio ha evolucionado y ha ido cambiando, al paso de la ciudad y para mejor”.
Gran acogida
Emilio Ramírez recuerda que al principio había miedo por si la gente no utilizaba el tranvía pero “la acogida fue descomunal. En la primera noche de San Juan, no podíamos ni parar, en las primeras paradas, desde Ademuz en dirección a la playa, ya veníamos completos”.
José Ferri destaca que “la evolución de viajeros ha sido constante, pocos años después de su puesta en marcha fue necesario incorporar vehículos alquilados de explotaciones alemanas y polacas para hacer frente al incremento de demanda y la puesta en marcha del tranvía de Alicante en 2003. Ya en 2007 con la llegada de los nuevos tranvías el parque móvil se adaptó a las necesidades reales del servicio”.
Andrés Herrera considera que hoy en día “el tranvía está muy asentado. No se podría quitar, la ciudad no sería la misma”.
Ana Ibáñez señala que “el tranvía cumple un papel fundamental dentro del servicio que presta Metrovalencia y por ello estamos satisfechos de poder ayudar a miles de personas a desplazarse de un sitio a otro de una forma cómoda, segura y también sostenible”.
¿Dónde estoy?
Echando de nuevo la vista atrás, Andrés y Emilio recuerdan que al principio, cuando empezaron a circular por la nueva línea, iban descubriendo una nueva ciudad, “irreconocible”. Al pasar por algunas zonas te preguntabas: “¿Dónde estoy?”.
La construcción de la nueva línea supuso una obra de urbanización sin precedente en la ciudad. Miguel Ramos, actual responsable de Inversiones de FGV, participó durante el proceso constructivo en la dirección de obra. Para él “el tranvía provocó un gran impacto social ya que permitió actuar en zonas muy degradadas. Pasamos de calles atravesadas por un ferrocarril a un tranvía integrado en la ciudad”.
Entre todas obras realizadas en este proceso Ana Ibáñez destaca la reurbanización de Pont de Fusta, “la antigua playa de vías quedó convertida en una gran explanada abierta a la ciudad, sólo reconocible por la presencia del antiguo edificio de oficinas de FGV y que hoy alberga a la Policía de la Generalitat”.
“Como en todas las obras tuvimos que correr para cumplir con la fecha prevista pero al final el resultado creo que valió la pena y tuvo una muy buena acogida por parte de los vecinos”, explica satisfecho Miguel Ramos.
Balance muy positivo
Emilio Ramírez y Andrés Herrera hacen un balance muy positivo de estos 25 años “en los que siempre ha existido un buen ambiente entre los compañeros de la línea”.
Ambos consideran que para llevar tantos años al mando de un tranvía hay que ser de una pasta especial. Emilio Ramírez apunta que “hay compañeros que se lo han dejado y se han pasado al metro. Es otra manera de conducir. No es lo mismo”.
Andrés Herrera reconoce satisfecho de su cuarto de siglo como conductor que “cada día es diferente y a pesar de los años, sigues aprendiendo”.
Descarga la Orden de servicio de la puesta en marcha del tranvía de València.
Descarga la noticia del Levante-emv 1994. Jornada inaugural del tranvía de València.
